Virginia Woolf / Un cuarto para ella sola

Virginia Woolf. Un cuarto para Virginia Woolf / A Room of One’s Own (1928-29)
Edición bilingüe, 2022
320 págs, 20:00 euros
ISBN:978-84-124272-0-2


A pesar de que Virginia Woolf es más conocida por su faceta de novelista, es, sin embargo, autora también de diarios, cartas, biografías y ensayos. entre estos últimos destaca, claro está, Un cuarto para ella sola, basado en dos conferencias que ella impartiría en dos colleges femeninos: el Newnham College y el Girton College de la Universidad de Cambridge.

En este ensayo, la autora reflexiona sobre el hecho de que no haya habido demasiadas escritoras británicas a lo largo de los siglos anteriores. Virginia da la clave al afirmar que para que una mujer pudiera crear necesitaba dinero para su sustento y un cuarto para ella sola. aunque dicho planteamiento nos parezca hoy en día algo absolutamente normal, no es menos cierto que cuando ella lo formuló en 1928, esto supuso un verdadero revulsivo para la causa feminista. Woolf sigue siendo en la actualidad un verdadero símbolo de dicha causa y Un cuarto para ella sola se ha convertido sin duda en un referente, ya que el número de versiones, al menos en castellano, así lo avalan. el ensayo responde a un estilo muy particular de Virginia, el llamado stream of consciousness o monólogo interior, en el que al narrador omnisciente de la novela tradicional se le sustituye por esa corriente de pensamiento que nos lleva a reflejar el caleidoscopio que es la mente humana. en definitiva, es una técnica narrativa que permite al lector llegar a conocer los pensamientos más íntimos de los personajes, sin necesidad de que intervenga un narrador. en cuanto a la obra de Virginia Woolf consideramos que, tras el paso del tiempo, no ha perdido demasiada vigencia. Una obra que incluye nueve novelas, siete volúmenes de ensayos críticos, dos biografías, veinticinco volúmenes de diarios y una copiosa correspondencia.

«Si vivimos otro siglo –me refiero a nuestra vida como comunidad que es la verdadera y no a las existencias que vivimos por separado como individuos–, si disponemos de quinientas libras al año y de una habitación sólo para nosotras; si nos habituamos a la libertad y tenemos el valor de escribir exactamente lo que pensamos; si nos alejamos un poco de la sala común y vemos a los seres humanos no siempre en su relación con ellos mismos, sino en su relación con la realidad; si vemos los cielos, los árboles, o cualquier otra cosa, como son en sí mismas […] si nos enfrentamos al hecho –porque es un hecho de que no tenemos un brazo al que asirnos y de que estamos solas, y de que nuestra relación es con el mundo de la realidad y no solo con el mundo de los hombres y mujeres, entonces surgirá la ocasión, y esa poeta difunta, la hermana de Shakespeare, se encarnará en un cuerpo, en un cuerpo al que tan a menudo ha renunciado. Nacerá extrayendo su vida de las vidas de aquellas desconocidas que la precedieron como hizo antes su hermano.» Virginia Woolf. Un cuarto para ella sola

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